Entramos en la prefectura autónoma bai de Dali, así llamada porque alberga a los bai, un grupo étnico minoritario. Se trata de una zona montañosa salpicada de pequeños y tranquilos pueblos dedicados a la agricultura. Las montañas que la circundan albergan una gran cantidad de templos taoístas. Aprovechamos el buen tiempo para hacer un trekking por la montaña Weibaoshan para conocer la zona y divisar desde las alturas este fantástico valle.
Valle de WeishanMonje taoísta
Este monje nos preguntó nuestra procedencia en un perfecto inglés.
A la entrada de uno de los templos, esta mujer se dedicaba a vender barritas de incienso
Ancianos jugando al mahjong, una especie de dominó. Uno de los juegos más populares del país
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