A finales del 2011 hice una sesión de fotos de marisco en las instalaciones de una empresa del sector. En algunos casos el material venía cocido pero en otros estaba vivito y coleando y con ganas de estropear la sesión. Al final, con una dosis de paciencia y unos «masajitos» pude terminar la sesión.
¡QUÉ COSAS MÁS RICAS!