Etiopia, el Dallol. Dejamos las piscinas coloristas y nos vamos a ver la montañas de sal Assa Ale, una imponente montaña formada exclusivamente de sales de diferentes minerales. A media mañana visitamos en la mitad de la nada el Lago Essale con su fluir continuo de burbujas desde las entrañas de la tierra. La siguiente parada la hacemos en el único promontorio existente en la zona para ver la inmensidad del gran lago salado. Aquí sabemos que estamos unos centenares de metros por debajo del nivel del mar. La temperatura empieza a ser sofocante. Faltan todavía unas horas para el mediodía y nos paramos a ver como recogen la sal los afar. En medio de una temperatura inhumana y con herramientas básicas, los afar se empeñan desde hace muchos años en extraer sal en bloques del fondo del lago. Luego, lo cargan en burros y camellos y vuelven caminando hasta el poblado.
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