Papua. El Valle de Baliem 3. Como ya es habitual, ha llovido bastante durante la noche. El techo de hojalata de la escuela parecía un día de Tamborrada en Donosti. Cuando amanece el cielo está limpio, con nubes, pero despejado. Desayunamos y tras levantar el campamento nos ponemos en marcha. Los porteadores salen antes que nosotros con todos los trastos y nosotros vamos por detras pero mas tranquilos. En un par de horas dejamos la pista de piedra y nos metemos de lleno en el bosque. Los senderos están destrozados de la lluvia caida. Damos un paso para adelante y dos para atrás. Los resbalones y caídas son contínuos. Hay mucha humedad y sudamos de lo lindo. Hacemos bastantes paradas ya que el desnivel es brutal. Subir, bajar, atravesar río y así miles de veces.
Finalmente llegamos a un pequeño poblado y nos alojamos en la casa del jefe local. Los niños nos llevan a unas cascadas cercanas para darnos una buen baño. Menudo espectáculo que les dimos. Cualquier cosa que hacíamos les hacia gracia, hasta nuestra forma de hablar, nuestras risas…Fué un momento muy bonito. Realmente estábamos cansados. Intentamos estirar bien y tras cenar algo nos metimos a dormir. Al día siguiente habría mas mejor.
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