Seguimos acendiendo por Ruta Nacional 1. Siempre con el mar a nuestra derecha. Alternamos días buenos y soleados, con días tristones y nublados. Hacemos una parada para ver los acantilados de Djupavoghreppur que asoman entre la espesa bruma que envuelve el litoral. Pero son solo unos kilometros. De repente, como por arte de magia las nubes se disipan y podemos disfrutar del maravilloso paisaje islandés. Damos un paseo por el puerto de Djupvogur donde podemos observar su flota, tan diferente de la nuestra
Durante estos días vamos visitando diferentes fiordo. Todos ellos de nombres impronunciables:
Stodvarfjordur, Faskrudsfjordur, Reydarfjordur y Seydisfjordur donde terminamos este recorrido por esta parte de la isla. En este ultimo fiordo nos encontramos con un gran ferry que enlaza con el continente.
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