En los límites del Parque Natural de Pagoeta se encuentra el Caserío Granada, lugar de nacimiento de Ignacio Eizmendi «Basarri». El antiguo caserío se convirtió en un restaurante famosos por sus viveros de truchas. Por allí pasa el la Granada Erreka y en sus alrededores podemos hacer varios paseos.
Por una de sus orillas podemos llegar hasta la antigua central de Errotabarrena, y seguir caminando hasta pasar por varios saltos de agua con sus instalaciones ya oxidadas y recubiertas de maleza. Pasaremos por un par de puentes hechos con piedras de pizarra. El lugar es de una paz increible. Solo se oye el runor del agua…de repente delante nuestro nos encontramos con un pequeño zorro. Se queda observandonos un rato y en un suspiro desaparece monte arriba.
Aprovechamos los saltos de agua para hacer fotos. No hay mucha luz, estamos en el fondo de un profundo valle y necesitamos poner el trípode y usar velocidades lentas. Creo que volveremos por aquí…el lugar promete
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