Seguimos nuestro periplo por el desierto del Fezzan en Libia. 09. Tras pasar otra maravillosa noche al raso tocaba continuar la ruta. Seguimos estando cerca de Ghat, pero otra vez el desierto nos volvía a sorprender con sus cambios de look. Esta vez pasamos por una zona muy pedregosa para luego continuar por mares de arena con dunas salteadas de piedras de gran tamaño y zonas en las que había grandes superficies de sal petrificada. El contraste aquí era preciosos.
Nos tocó vadear una enorme zona de dunas a modo de olas. Allí empezaron los problemas para los coches, porque nos quedamos atrapados varias veces en lo alto de las dunas. Los conductores no querían pasarlas con nosotros dentro, porque había riesgo de volcar si iban muy rápido, en cambio si ralentizaban la subida de la duna corrían el peligro de quedarse varados en lo alto de las mismas
Al mediodía pasamos por una zona que mostraba que en el desierto llueve de vez en cuando
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