Seguimos nuestro relato: Irán, una ruta por la antigua Persia 10. Esta vez nos adentramos mas en la suaves mesetas del Kurdistan iraní. La ruta caracolea entre paisajes ocres y verdes. La población dedica por entero a la agricultura. Las suaves colinas nos ofrecen un tapiz de colores amarillentos y ocres.
A media mañana llegamos a la pequeña villa de Sanjud, donde hacemos una parada para visitar el pueblo y conocer mejor a sus gentes. Desde que paramos un grupo de ruidosos niños nos acompañan en toda la visita. Entramos en algunas de las casas donde nos ofrecen un té. Al final hacemos una sesión de retratos en las que fotografiamos a casi todo el pueblo. La verdad es que a pesar de no entendernos con el idioma el feeling es mutuo. Tras un par de horas proseguimos la marcha con un buen sabor de boca.
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